lunes, 28 de diciembre de 2009

"Para leer por la mañana y por la noche" (B.Brecht)



Aquel al que yo amo
me ha dicho que me necesita.

Por eso
tengo mucho cuidado
miro bien dónde piso
y me causa temor
cada gota de lluvia
que pudiera matarme.

Bertolt Brecht
(versión de J.L.G.T.)
(Aquí el texto en alemán)

martes, 22 de diciembre de 2009

Elipsis

En el capitalismo tardío, sigue siendo verdad aquello que dijera, si no me equivoco, Benjamin Franklin, "Time is money". La obsesión por el tiempo, por no perder el tiempo, por lo que sucede "en tiempo real" se revela como una de las obsesiones de nuestra época.
Lo que se suele llamar tiempo real se me antoja, sin embargo, el tiempo irreal por antonomasia. No hay realidad sin proceso, sin devenir, sin ese instante inasible del todavía-no. El tiempo real del capitalismo tardío parece evocar el tiempo sin tiempo de la eternidad, el tiempo plegado sobre sí mismo en una sincronía imposible.
El viernes tuve ocasión de ver en el Español el estupendo montaje de Glengarry Glen Ross de Mamet, una obra que retrata de manera despiadada la guerra de todos contra todos que parece consustancial al capitalismo a pesar de que la ideología dominante trata de conjurar su fantasma una y otra vez. Uno de los aspectos más interesantes del montaje es cómo el director, Daniel Veronese, así como los actores juegan con el tempo dramático de la obra, ritmo interno que a veces se enlentece y otras se desboca pero que parece enlazar siempre con esa tiranía del reloj, de la ganancia a plazo fijo, que encuentra aquí un reflejo simbólico en el sadismo de un juego ideado por los directivos de la empresa.
Al salir del teatro, me asaltó un pensamiento descabellado y un tanto paranoico: pensé de pronto que el tiempo interno del capitalismo es el de la elipsis constante, como si un malévolo director nos hiciera creer que presenciamos un largo plano-secuencia, hecho en realidad de pequeños planos, cuyo vertiginoso cambio es incapaz de retener el ojo del espectador. ¿Qué nos hurta la elipsis? ¿Son posibles, y aun necesarias, una ética y una estética del intervalo, de la pausa, de la espera y del deseo aún no satisfecho contra la irrealidad del tiempo real?

jueves, 17 de diciembre de 2009

Naranja (Mahmud Darwix)



NARANJA, el sol se adentra en el mar/

y la naranja es candil de agua en árboles fríos.


Naranja, el sol pare al niño dios del ocaso/

y la naranja, una de sus doncellas, contempla al desconocido.


Naranja, el sol vierte su jugo en la boca del mar/

y la naranja teme la boca del hambriento.


Naranja, el sol se adentra en el turno de la eternidad

y la naranja goza de la loa de su asesino:

“ ““ “Fruta como la semilla del sol,

“ ““ “se pela con la mano y la boca, de sabor ronco,

“ ““ “de perfume locuaz, de jugo borracho...

“ ““ “Su color es único,

“ ““ “se lo presta al sol durmiente.

“ ““ “Su color es su sabor: agridulce,

“ ““ “rico en energía de luz y vitamina C.


¡No peligra la poesía

si balbucea, o porque yerre

magníficamente en los símiles!



Mahmud Darwix (1941-2008), Como la flor del almendro o allende (traducción de Luz Gómez García). Editorial Pre-Textos.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Estilo

Cuando, después de muchos años, creyó haber encontrado por fin un estilo propio, se dio cuenta de que sólo podría seguir escribiendo a condición de que cada poema supusiera un paso más en el desaprendizaje de su propia voz, de todo estilo. Supo, con un sentimiento que era a la vez de decepción y de alivio, que a partir de entonces cada línea sólo podía escribirse como gesto de despedida de esa voz propia que tanto se esforzó por conquistar.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Juan Ramón Jiménez en la Abadía


El jueves tuve la oportunidad de asistir en el Teatro de la Abadía al espectáculo basado en el Diario de un poeta reciencasado que ofrece el actor y director de escena José Luis Gómez: un espectáculo austero, de una sobriedad sin concesiones, que recuerda en buena medida al ejercicio ascético que el propio Juan Ramón se impuso en su búsqueda de una poesía desnuda. Con una puesta de escena mínima José Luis Gómez logra ese precario equilibrio entre la poesía y la teatralidad, en el que tantos actores fracasan, incapaces de escuchar la tonalidad peculiar de la voz lírica, lo que suele abocar a un híbrido monstruoso entre el relativo anonimato del yo poético y la construcción insuficiente de un personaje. No es el caso de José Luis Gómez, quien se atreve a ponerse en la piel del escritor y, en no pocos momentos de su actuación, logra que ese paréntesis de la acción que parece abrir la escritura poética se convierta en acción dramática, en una paradójica forma de acción y de inacción a un tiempo.
El montaje es una excusa perfecta para volver al Diario, uno de los textos clave en la lírica del siglo XX. La forma fragmentaria del diario, en tensión con la Obra en marcha, con el Libro con mayúsculas, nos sitúa ante una escritura radicalmente contemporánea. La aparente oposición entre el diario y la Obra va acompañada de un juego constante de tensiones y acercamientos: entre la prosa y el verso, entre el fragmento y la totalidad, entre lo contingente de la vida cotidiana y la permanencia del mar y el cielo, entre la plenitud de una escritura simbólica y simbolista y las líneas de fuga que ofrece el retrato de la vida moderna, entre la despersonalización y el máximo protagonismo del yo... Poesía pura y radicalmente impura, el Diario parece rastrear todos los caminos posibles de la contemporaneidad lírica. Nos sigue sirviendo de cuaderno de bitácora en estos inicios del siglo XXI en el que la rapidez de las autopistas de la información ha vuelto borrosas las indicaciones y confusos los senderos. Esos senderos de la escritura en los que siempre se marcha con cierta lentitud, con el paso tranquilo del caminante o con la monotonía, para Juan Ramón tan fecunda, de uno de aquellos ya antiguos viajes trasatlánticos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Presencia de José Ángel Valente



Homenaje a Valente el próximo viernes, 4 de diciembre, a las 19.30 h., en el Centro Cultural del Círculo de Lectores (Calle O’Donnell, 10, Madrid). Participan (participamos) Marta Agudo, Jordi Doce, Manuel Fernández Casanova, José Luis Gómez Toré, Antonio Méndez Rubio, Carlos Peinado Elliot, Esther Ramón, Claudio Rodríguez Fer y Andrés Sánchez Robayna.

sábado, 28 de noviembre de 2009

El enigma de la multiplicación de las células, en el que parece resumirse todo lo milagroso y todo lo monstruoso de la vida. Las células que se multiplican ciegamente en un embrión hasta formar un cuerpo, una criatura viva, una conciencia; las células del cáncer reproduciéndose contra sí mismas; los códigos cifrados en las células madre, en el genoma, un ars combinatoria, una Cábala cuyos signos escritos en una lengua prehistórica saben todo y nada de nosotros.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Epicuro y los dioses

"No es impío quien niega a los dioses de la mayoría, sino quien atribuye a los dioses las opiniones de la mayoría" (Carta de Epicuro a Menecio)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Monstruo de su laberinto

Leo a Francis Ponge. Me llama la atención cómo poéticas en apariencia opuestas como la del simbolismo, que busca atrapar la realidad oculta con su red de metáforas, y la opción por un lenguaje lo más trasparente posible, en el que el objeto trata de imponerse sobre el habla y desde luego sobre el que habla (Ponge, William Carlos Williams...) parecen responder a la misma obsesión por decir "el nombre exacto de las cosas", con el que soñaba Juan Ramón. Vienen a mi memoria unos versos de Ingeborg Bachmann: Wie ertragen's die Namen, die Namenlosen zu tragen? (que, de una forma un tanto apresurada, podrían traducirse así: "¿Cómo soportan los nombres/ cargar con todos los que no tienen nombre?"). Una y otra vez el poema se abre al enigma que vincula el nombre y la cosa, vínculo tal vez sólo enigmático para nosotros, seres lingüísticos para quienes la carencia de nombre se presenta como la forma suprema de la indigencia.
Mucho tiene que ver con esto el viejo mito según el cual Adán, por decisión divina, dio nombre a todos los seres que habitaban el jardín del Edén. Sin embargo, me asalta la sospecha de que el mito ha sido mal contado. Tal vez Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso precisamente por poner nombre a los seres. Tal vez sea el nombre la puerta cerrada del Edén y la espada de fuego que custodia el jardín. Si esto fuera así, el poema quizá conserve algo de rito inconsciente, de ritual en el que se renueva el relato mítico: el poema como paraíso a la vez recobrado y perdido, perdido en el mismo momento en que se recobra. Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos, como en el misterioso título de Soto de Rojas. Pero el barroco sabía que el símbolo del jardín es hermano del símbolo del bosque, y ambos lo son del laberinto: aun esos pocos que se adentran en los jardines paradisíacos experimentan el extravío, la sospecha de que el ovillo de Ariadna, al desenredarse, va formando otros nudos, teje un nuevo y más intrincado laberinto.

martes, 10 de noviembre de 2009

Un poema de Reiner Kunze



***


De los muertos

somos la breve vida eterna


somos el cielo

en que desaparecen


somos el infierno


somos

la nada


Reiner Kunze, Lindennacht (versión de J.L.G.T.)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Nuevo número de Poesía Digital

Acaba de salir publicado un nuevo número, lleno de propuestas interesantes, de Poesía Digital, en el que publico tres poemas inéditos:

Poesía Digital

miércoles, 28 de octubre de 2009

Dos poemas inéditos de Marta Fuentes



Vista de la Mezquita Nueva

Aquiétese el diamante, la fiebre del berilo,
arrope aquella piedra el sol semita
en altos minaretes se esparzan los adioses
y contengan su cauce las orillas
en la tarde que pinta el Cuerno de Oro;
el relieve persista en su textura,
vele la madreperla el terciopelo,
que vuelvan a su calma las olas del basalto
y no se precipite la lágrima en la niña.


Velero

Inmune a la arboladura en el Bósforo,
pieza de gloria que el aire desprende,
a lo alado de forma severa y posible.
Inmune al agua añil en el ombligo
de espuma, al mediodía
labrado en las pilas de palacio
y a la última nube de ceniza.
Inmune el ojo experto mirando
en el museo
de belleza la lágrima.


Marta Fuentes nació en 1971. Se doctoró en Filología Hispánica. En el año 2003 viajó a la India, en donde vivió cinco años. Tras un año de estancia en Estambul ha vuelto por tiempo indefinido a Nueva Delhi, en donde trabaja como profesora de plantilla del Instituto Cervantes. En 1994 publicó su único libro de poemas editado, Servidumbre de Vistas, tras ser galardonada con el Premio Blas de Otero de la Universidad Complutense. Es autora de un libro inédito Un pensamiento es un arco, y actualmente escribe su poemario Estambul al que pertenecen los siguientes poemas. Formó parte de la antología Estroendomudo y algunos de sus poemas se publicaron en la revista Turia.

viernes, 23 de octubre de 2009

Con tus propias palabras

Durante los años que llevo trabajando como profesor de instituto, no es infrecuente que en un examen un alumno (hoy, una alumna de cuarto de la ESO) te pregunte si puede contestar una pregunta con sus palabras, con sus propias palabras. La pregunta revela, claro está, en la mayoría de los casos las carencias en el método de estudio, la tendencia a memorizar sin comprender lo que se lee.
Uno, en estos casos, siente la tentación de contestar con otra pregunta, de preguntarle al alumno en cuestión si ha encontrado ya sus palabras y, si la respuesta es afirmativa, felicitarle efusivamente. Porque encontrar las palabras propias es tarea de toda una vida, un empeño casi imposible, aunque hay quien cree que habla con sus propias palabras y sólo repite los ecos de un lenguaje aprendido, hecho de frases hechas y consignas.
Tal vez debería explicarle todo esto, confesarle mi estupor. Sin embargo, respondo: "Sí, claro, puedes expresarlo con tus propias palabras" y dudo entonces, en el mismo momento de decirlo, si he encontrado las mías.

viernes, 16 de octubre de 2009

Las razones del aviador: nuevo blog y poemas inéditos

Acaba de nacer un nuevo blog literario, Las razones del aviador, coordinado por Jordi Doce y José María Castrillón (y en el que colaboran como asesores Jaime Priede y Tomás Sánchez Santiago). El blog se inauguró con un estupendo artículo de Castrillón sobre Seferis y la segunda entrega ha acogido cuatro poemas míos, ya que han tenido la amabilidad de solicitarme unos textos inéditos. Pueden leerse en el siguiente enlace:

lunes, 5 de octubre de 2009

Filemón y Baucis: dos poemas de Reiner Kunze


VARIACIÓN SOBRE EL TEMA "FILEMÓN Y BAUCIS"

Un consuelo sería que aún durante siglos
nos fuera concedido
poder acariciarnos
gracias a nuestras ramas
“ ““ ““ ““ ““ ““ ““ ““ ““ ““ “y el tilo
sería para ti.

Sin embargo, si me tocara el roble
sufriría, en mí siento
la savia del saúco.

SEGUNDA VARIACIÓN SOBRE EL TEMA "FILEMÓN Y BAUCIS"

No vamos, unidas nuestras ramas,
a vivir tras la muerte.

Pero somos afortunados.

Se nos ha concedido vivir hasta el final
debajo de los árboles.


Reiner Kunze (Lindennacht)


(Versión de J.L.G.T. Fotografía: Cristina Urosa)
(Aquí pueden leerse los originales en alemán)

viernes, 2 de octubre de 2009

Crítica literaria: exploradores y agentes inmobiliarios

Recientemente en el diario El País Muñoz Molina distinguía entre un periodismo cultural que abría nuevas perspectivas al lector y otro periodismo, desgraciadamente demasiado frecuente, que se contenta con ser la prolongación de los escaparates de novedades de las grandes superficies (el primer tipo no abunda en la prensa española y, aunque Muñoz Molina no lo diga aunque tal vez lo piense, tampoco en el citado periódico). A mi modo de ver, la tendencia al segundo tipo de crítica se da en la prensa escrita pero sobre todo, comienza a tener un peso preocupante en los medios audiovisuales. Un triste ejemplo lo encontramos en los otrora excelentes programas culturales de Radio Nacional, que, en un intento por evitar el sambenito de elitista o minoritario que suele colgarse a tales espacios, está optando por rebajar los contenidos y por adoptar un aire falsamente juvenil, equívocamente popular, en el que vale tanto el último best-seller como la obra madurada despacio (a este cambio no han sido ajenas las prejubilaciones, a menudo forzosas, de no pocos profesionales de valía).
El crítico debería ser un explorador, que nos invita a conocer territorios desconocidos y que, cuando se adentra en tierras ya exploradas, nos descubre parajes ignorados, lugares por los que pasamos sin prestarles atención y que la labor crítica nos conmina a mirar de nuevo. En cambio, a menudo el crítico es un agente inmobiliario empeñado en enseñarnos un lote de parcelas, en vendernos un piso ya amueblado, decorado con el mismo aire impersonal que el resto de los pisos que tiene en su catálogo. Este segundo tipo de crítico pretende a menudo estar más cerca del lector y mira con sospecha a los exploradores, a quienes acusa de ignorar el gusto de las mayorías. Disfrazado con un ropaje democrático, el crítico inmobiliario se erige en portavoz de los lectores normales, en realidad normalizados por el mercado. Toda crítica seria debería ser un intento de oponer una lectura propia, desde la razón y la emoción, a los dictados del poder, del poder económico y del poder literario, del poder del arte como institución y del arte como mercado. El crítico inmobiliario actúa como eco de las listas de los más vendidos pero a menudo elige un aire más intelectual y trabaja como funcionario de los prestigios ya asentados, de la nómina de intocables, de quienes siempre encontrarán elogios con independencia de lo que escriban. El crítico inmobiliario, como el lector pasivo, evitan a todo trance la intemperie de la obra. Quizá en secreto el crítico inmobiliario sospecha lo que sabe el crítico explorador: el riesgo que supone toda obra verdaderamente grande, la de dejarnos sin palabras.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Los caracoles (Lêdo Ivo)

Sólo para Dios salen los caracoles
que encontramos inmóviles sobre la hierba.
Nos inclinamos ante ellos suplicándoles:
¡hablad, confiadnos ahora el gran secreto,
explicadnos el misterio de esta caminata
y de este silencio que tanto nos inquieta!

Sólo los caracoles conocen la causa primera
y saben el origen de todo, desde la gran explosión
que creó el universo y todavía nos aturde.
Por más que les preguntemos, nada nos dicen.
Pasan el día entero quietos sobre la hierba
e indiferentes ni siquiera nos ven.

Lêdo Ivo, La aldea de sal (traducción de Juan Carlos Mestre y Guadalupe Grande)

martes, 15 de septiembre de 2009

Vacaciones críticas: Todtnauberg



Juan Manuel Macías tuvo la amabilidad de invitarme a colaborar en la sección "Vacaciones críticas", que ha ido acogiendo diversas colaboraciones en la página web de DVD Ediciones:




Copio a continuación, en la traducción de Andrés Sánchez Pascual, la primera versión del poema en el que Celan alude a su encuentro con Heidegger en la Selva Negra y que comento en mi artículo:


TODTNAUBERG


Árnica, eufrasia, el

trago del pozo coronado

por un dado con una estrella,


en la

cabaña,


la línea escrita en el libro

- ¿qué nombre acogió

antes que el mío?-

la línea escrita en

el libro, sobre

una esperanza, hoy,

en la futura (in-

minente)

palabra

del corazón

de un pensador,


césped húmedo del bosque, desnivelado,


orquídea y orquídea,

aisladas


lo crudo, más tarde, durante el viaje,

claro,

quien nos conduce,

el hombre

que escucha lo que se habla,


los a medias

recorridos senderos

de estacas en la turbera alta,


humedad,

mucha.

lunes, 14 de septiembre de 2009

"We are ugly but we have the music" (Leonard Cohen en Madrid)




Anteayer, en Madrid, concierto del maestro Leonard Cohen. Una noche memorable. Cohen, acompañado de un coro y una banda de músicos de extraordinaria calidad, logró el milagro de crear un ambiente íntimo, casi de café-concierto o club de jazz, en un espacio tan poco propenso a ello como el Palacio de los Deportes de Madrid. Poco nuevo se puede decir de las letras de Cohen, de su alta temperatura poética, en la que se mezclan lo irónico y lo sentimental, el quiebro prosaico y la imaginería casi surrealista, lo sagrado y lo profano… Como Gonzalo Rojas, Cohen parece creer que el amor es la última utopía que nos queda, aunque señala con lucidez los males del presente y apunta provocadoramente con algo que es más que cinismo desencantado: “Me condenaron a veinte años de aburrimiento/ por intentar cambiar el sistema desde dentro”. Como a Brecht, al músico-poeta le gusta el espíritu hecho carne y la carne hecha espíritu: Marianne, Susanne, las “Sisters of Mercy” que saben de la piedad del deseo… figuras femeninas que tiñen a menudo sus canciones de una tonalidad elegíaca cuando, por ejemplo, un abrigo azul toma de pronto un protagonismo inesperado en la memoria, con sus hombros desgastados tal vez por el recuerdo.
Los que reducen a Cohen a un magnífico escritor de canciones pero minimizan sus dotes de intérprete, probablemente hubieran cambiado de opinión al ver al cantante en directo. Su tono en apariencia monocorde encierra inesperados matices, una interpretación sobria, austera pero eficaz y, a menudo, emocionante.
Leonard Cohen está a punto de cumplir setenta y cinco años. Sin embargo, no ahorró energias en el concierto de Madrid (que duró casi tres horas y media, con un pequeño descanso en medio). Al principio, se dirigió al auditorio para decirnos que no sabía cuándo iba a volver a poder cantar ante este público y que él y sus músicos iban a darnos todo que tenían. Lo hicieron.

Estoy pensando en irme una temporada a un monasterio budista a ver si llego a los tres cuartos de siglo en tan buena forma…

viernes, 11 de septiembre de 2009

Ámbito Cultural: William Blake



En Ámbito cultural puede leerse una entrevista muy interesante a Jordi Doce sobre su estupenda edición de William Blake:





Copio un mínimo epigrama del gran poeta, en su lengua original y en la traducción de Doce (del libro Ver un mundo en un grano de arena):


RESPUESTA AL CURA


¿Por qué no aprendes paz de las ovejas?"

"Porque no deseo que usted me esquile".



AN ANSWER TO THE PARSON


"Why of the sheep do you not learn peace?"

"Because I don't want you to shear my fleece".

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Bestiario filosófico: el rinoceronte de Wittgenstein y Russell






De una carta de Bertrand Russell del 2 de noviembre de 1911 (el "ingeniero alemán" es Wittgenstein):


"Creo que mi ingeniero alemán está loco. Opina que no es posible conocer ninguna cosa empírica. Le invité a que admitiese que no había ningún rinoceronte en la habitación, pero se negó".

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cada día (Ingeborg Bachmann)



CADA DÍA

Ya no se declara la guerra,
se prosigue. Lo inaudito
se ha vuelto cotidiano. El héroe
permanece lejos
del campo de batalla. El débil
se adentró en la línea de fuego.
El uniforme del día es la paciencia,
la condecoración, la estrella miserable
de la esperanza sobre el corazón.

Se concede
cuando ya no sucede nada más,
cuando se calla el fragor del combate,
cuando el enemigo se ha vuelto invisible
y la sombra eterna de las armas
cubre el cielo.

Se concede
por la huida ante las banderas,
por el valor ante el amigo,
por la delación de secretos indignos
y el desacato
de toda orden.




Ingeborg Bachmann, Die gestundete Zeit
(versión de J.L.G.T)



(Aquí el texto en alemán)

jueves, 20 de agosto de 2009

Lecturas: Karl Kraus



"EL CRITICÓN: [...] El papel arde y ha encendido el mundo. Las hojas de los periódicos han servido para atizar la conflagación mundial. Lo único cierto es que ha sonado la última hora. Porque las campanas de las iglesias son transformadas en cañones.

EL OPTIMISTA: Las iglesias no parecen tomárselo tan a lo trágico como usted, pues muchas ofrecen sus campanas voluntariamente.

EL CRITICÓN: Que la guerra sea su campanada final. Como ve, el parentesco entre el réquiem y el mortero va saliendo poco a poco a la luz.

EL OPTIMISTA: En cada Estado, la iglesia ruega a Dios que bendiga sus armas...

EL CRITICÓN: ... y contribuye además a aumentar su número [...]"


Karl Kraus, Los últimos días de la humanidad. Acto II, escena 10 (traducción de Adan Kovacsics).


Los últimos días de la humanidad es una obra de teatro irrepresentable (irrepresentable en el mismo sentido en que lo son los dramas irrepresentables de Lorca, con el que, por otra parte, nada tiene que ver Kraus: por la dificultad intrínseca del texto para llevarse a escena -Kraus propone Marte como lugar de la representación- y porque la obra dice en voz bien alta algo que la mayor parte del público no quiere escuchar).

Kraus denuncia la transformación del lenguaje en cháchara vacía, en la impúdica charlatanería de un diálogo convertido en un puro instrumento de manipulación. La violencia sobre los cuerpos encuentra un aliado fiel en la violencia del lenguaje sobre las conciencias, lo que a la postre implica una violencia del lenguaje sobre sí mismo. Kovacsics, responsable de la traducción de la obra, ha comparado recientemente, en su libro Guerra y lenguaje, la violenta arremetida verbal de Kraus con la invitación al silencio de Wittgenstein, cuyo Tractatus no hay que olvidar que fue concebido en buena medida durante la Primera Guerra Mundial, en la que el joven filósofo participó tras alistarse voluntario. Kraus y Wittgenstein, por más que planteen terapias bien distintas, parecen especialmente conscientes de que el lenguaje está minado por una enfermedad (lo cual es una constante en la Viena entre los dos siglos: la Viena de Hofmannsthal, de Musil, de Broch, de Mauthner...). Se trata de una enfermedad en la que, con todo, en el caso de Kraus, resulta difícil saber si la guerra es la causante de la infección o más bien es el propio lenguaje corrompido el origen del mal.

Celan, superviviente de otra guerra aún más terrible, escribió: "Sí, la lengua no se perdió a pesar de todo. Pero tuvo que pasar entonces a través de la propia falta de respuesta, a través de un terrible enmudecimiento, pasar a través de las múltiples tinieblas del discurso mortífero. Pasó a través y no tuvo palabras para lo que sucedió; pero pasó a través de lo sucedido. Pasó a través y pudo volver a la luz del día, "enriquecida" por todo ello".

domingo, 9 de agosto de 2009

Aún hoy




Aún hoy recuerdo
la línea de su vello
que desemboca en el ombligo,
su cara de loto desplegado
y a ella luminosa
como una guirnalda
de doradas flores Champaka.
La recuerdo
levantada de su sueño,
indolente tras la turbulencia del amor
como la sabiduría entregada al delirio.

***

Aún hoy,
en el momento de la muerte,
pensaré en ella,
y también el próximo nacimiento,
en sus ojos, que, erráticos por el placer,
finalmente se cerraron,
suelto el moño de su cabello,
aflojadas sus vestiduras,
relajado el cuerpo de junco,
cisne real en la fronda de los lotos del deseo.

Bilhana, Los cincuenta poemas del amor furtivo (traducción de Óscar Pujol)
(La fotografía, de un templo hindú, está tomada en Udaipur, en el Rajastán).

viernes, 31 de julio de 2009

El santo

De repente, en aquel último y definitivo examen de conciencia, el santo se preguntó si el pecado de orgullo, que tanto le había torturado y que había tratado de expiar a lo largo de innumerables años de penitencia, no ocultaba en realidad otra falta que siempre había considerado una virtud. ¿Debía arrepentirse también de sus excesos de modestia? Al fin y al cabo, el Maestro había resumido todas sus enseñanzas en una sola: amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Obsesionado por la idea de la condenación eterna, constantemente torturado por la memoria de sus pecados reales o imaginarios, ¿se había amado él lo bastante a sí mismo? Y si la respuesta era negativa, ¿cómo podía haber amado entonces sin hipocresía al prójimo? Tal vez el odio a sí mismo, que había perseguido día tras día como el necesario tributo a la santidad, no era sino el pecado máximo, una forma diabólica de orgullo que despreciaba el amor misericordioso del autor del universo por todas sus criaturas. El santo permaneció para siempre ante la entrada del Paraíso sin poder decidir si era digno de dar un solo paso hacia sus puertas.

lunes, 20 de julio de 2009

Summertime

Me tomo unas vacaciones y, durante unas semanas, no podré actualizar esta bitácora. Mientras tanto, os dejo con este "Summertime" de la gran Ella Fitgerald.

lunes, 13 de julio de 2009

Vida y destino

Acabo de terminar de leer Vida y destino de Vasili Grossman. Cuando como lector se prefiere, como es mi caso, el ensayo y la poesía a la novela, resulta especialmente satisfactorio encontrarse con un libro como éste que nos recuerda que el arte de narrar es uno de los más nobles empeños humanos. En esta obra maestra, ninguna de sus más de mil páginas sobra. Grossman, como Tolstoi, como Chejov, tiene una habilidad admirable para contagiarse de la mirada de sus personajes y para no perder nunca de vista, junto con las debilidades y las miserias de cada uno de ellos, su irrenunciable humanidad. Como Tolstoi en Guerra y paz, Grossman sabe contarnos a la vez la Historia y la intrahistoria, de tal manera que la batalla de Stalingrado es menos un gran acontecimiento bélico que un clima, en el que tiene tanta importancia el primer plano como el fondo sobre el que se recortan las grandes acciones y los grandes discursos. Grossman se pregunta si el combate entre Hitler y Stalin no supondrá a la postre el triunfo de un Estado autoritario, que, sea cual sea el vencedor, acabará ahogando las ansias individuales, pero también colectivas, de paz y libertad.
A pesar de que Grossman, cercano en esto a sus modelos decimonónicos, no se priva de comentar los hechos novelados, lo decisivo es que su defensa de la libertad individual toma cuerpo en la urdimbre misma de la narración. La voz narrativa sabe aunar lo pequeño y lo grande, guiado siempre por una vocación humanista, que trata de vislumbrar en los gestos mínimos de sus personajes una vía que no acabe ni en Auschwitz ni en Treblinka ni en el Gulag soviético. Su obra es a la vez un testimonio del horror y una tímida, pero imprescindible, apuesta por la esperanza.

miércoles, 8 de julio de 2009

José Ángel Valente en La página



Acaba de aparecer el número 78/79 de la revista La página, un monográfico dedicado a José Ángel Valente en el que he tenido el privilegio de participar con un artículo dedicado a la espinosa cuestión de lo sagrado en la obra del poeta.

El número, coordinado por Jordi Doce (quien contribuye también con un espléndido estudio sobre las traducciones de Valente de Donne y Hopkins) incluye artículos de Antonio Méndez Rubio, Marcos Canteli, Marta Agudo, Luis Muñiz, Carlos Peinado Elliot, Pietro Taravacci, Julio Pérez-Ugena, María do Cebreiro Rábade Villa...

viernes, 3 de julio de 2009

Dioses, poesía y ortodoxia

Hace unos días el diario ABC publicaba un poema inédito de Juan Ramón Jiménez perteneciente al ciclo de Dios deseado y deseante, al que acompañaban algunos artículos sobre la religiosidad juanramoniana, como éste que ocupaba la "Tercera" de ABC:
Si bien los artículos incluidos hacían gala de una prudencia encomiable a la hora de tratar tan espinosa cuestión, uno no puede evitar la sospecha, tal vez infundada, de si no existe el peligro de intentar, consciente o inconscientemente, ir devolviendo a nuestros heterodoxos españoles a la estrecha senda de la ortodoxia.
Sea como sea, por más que el propio Juan Ramón en el poema inédito se pregunte si ese dios deseado no será como el Dios con mayúscula de su infancia, resulta muy difícil hacer una lectura cristiana, y mucho menos católica, de su experiencia de lo sagrado, que se funda en la expectativa de una divinidad inmanente, no trascendente. Esa inmanencia de lo divino resulta difícil de aceptar por la ortodoxia pero no deja de formar parte de la tradición europea: es la pregunta que se deja oír en Spinoza, en Hölderlin, en Pessoa, en Valente... Es más, entre los acercamientos contemporáneos a la cuestión de lo sagrado, resultan por lo general más convincentes (desde el punto de vista estético) las aproximaciones que prescinden de dogmas. Parece como si el arte de los últimos siglos pareciera detectar en el dogma algo paralizante (ni siquiera un texto aparentemente tan dogmático como Europa o la cristiandad de Novalis deja de ser una aproximación muy personal, en el fondo muy poco ortodoxa). Quizá porque, como sabía Valente, la ortodoxia no deja de ser un concepto histórico e, incluso dentro de una misma comunidad religiosa, vemos cómo los conceptos de ortodoxia y heterodoxia resultan más flexibles de lo que las autoridades eclesiásticas están dispuestas a aceptar y es que la cuestión de la ortodoxia tiene que ver más con el poder que con la verdad (no deja de resultar significativo que uno de los pocos autores que ha destacado, en la por lo general escasísima calidad del cine religioso, ha sido Dreyer, en el que la pregunta por el misterio lleva implícito un rechazo ante cualquier forma de intolerancia religiosa). El dogma pretende codificar la experiencia espiritual, es decir, anularla como tal experiencia. La poesía sospecha que el espíritu se desvanece en cuanto deja de ser una experiencia, una aventura hacia lo imprevisible.

lunes, 29 de junio de 2009

Fragmentos de un cantar de gesta en Hartz

René Letona, en su siempre interesante revista Hartz (si no me equivoco, una de las pioneras entre las revistas poéticas digitales en español), acaba de publicar una muy generosa reseña sobre mi libro Fragmentos de un cantar de gesta:

Reseña de René Letona

martes, 23 de junio de 2009

Estar poeta



Escribe Jorge Riechmann en su muy recomendable libro de ensayos Resistencia de materiales la siguiente afirmación, que comparto plenamente: "La estupidez de decir: "soy poeta". Lo más que cabría enunciar es algo así como "estoy poeta": estoy ahora en la poesía. Estoy, pero no sé si seguiré estando en el instante siguiente, mañana, dentro de un año. De ahí la angustia de los más grandes ante la posibilidad -siempre presente- de ser abandonados por la poesía".
La observación de Riechmann me hace pensar en Claudio Rodríguez, no tanto por ese reconocimiento de la poesía como un don pasajero (que también) como por la conciencia del riesgo que entraña la aventura poética. Tuve la suerte (el inmenso privilegio) de asistir a un curso de doctorado dirigido por García Berrio sobre la obra de poeta que contó con la presencia de éste. No he olvidado la mirada de verdadera alarma de Claudio Rodríguez mientras hablaba sobre la posibilidad de que alguien no dejara de ser poeta nunca. Lejos de parecerle algo deseable, el autor de Don de la ebriedad consideraba una suerte de condena que alguien pudiera mirar el mundo a cada instante con ojos de poeta. Escribe Hölderlin: "Nur zuzeiten erträgt göttliche Fülle der Mensch", el hombre sólo puede soportar la plenitud divina por un tiempo. Bien lo sabía el poeta alemán, quien en la carta a Bohlendorf, confesaba haber sido herido por Apolo, el dios que inspira cantos y poemas que es, al mismo tiempo, la divinidad terrible que trae la peste al comienzo de la Ilíada. Dios a la vez de la medicina y de la enfermedad, muestra su rostro ambivalente en ese sol que hace brotar la vida de la tierra y que también agosta los campos.
Piglia cuenta una inquietante anécdota sobre Joyce, quien recurrió a Jung para curar la enfermedad de su hija. Joyce animaba a su hija a escribir, convencido de que esto le serviría, como le servía a él, para expulsar sus fantasmas. Jung, sin embargo, le hizo ver que, aunque padre e hija se sumergían en el mismo mar del inconsciente, Joyce era capaz de nadar en él mientras que la hija se hundía en sus profundidaes sin que ni siquiera la escritura le sirviera para tomar aire de la superficie. Jung lo dijo de manera más concisa y más brillante: "Pero allí donde usted nada, ella se ahoga".

lunes, 15 de junio de 2009

La sombra del membrillo

A pesar de tener que hacer frente a los sempiternos obstáculos que afrontan las revistas culturales, sigue su marcha la revista La sombra del membrillo, un interesante proyecto impulsado por Juan Antonio Cardete que vincula la educación y la poesía, ahora en edición sólo digital.

Acaba de aparecer el número 11 de la revista, para el cual han tenido la amabilidad de pedirme algunos poemas y una breve reflexión sobre la escritura:

La sombra del membrillo. Número 11

miércoles, 10 de junio de 2009

hilos de Ariadna

ARIADNA OLVIDA EL MAR

El rostro reclinó. Desde la orilla
todo era paz. Olor. Inmensidades.

Verdades concedidas al espacio,
suavemente oscilando entre las ramas.

Aspiró el aire frío que se abría
como un sol de papel en los pulmones.

Saber del mar su luz, su pasadizo.

Atrás dejar la sal. Volver a casa.



Ana Gorría, Araña

lunes, 8 de junio de 2009

Un acertijo

Un fantasma recorre Europa.

sábado, 6 de junio de 2009

Carta para una señorita griega



"En nada había cambiado, si lo pensaba con detenimiento, continuaba siendo aquel niño, salvo en la decrepitud de la cáscara de carne que llamamos cuerpo. En el niño estaba ya el hombre que era, pensé, y estaría ahí también el día en que todo llegara a su fin".


Francisco León, Carta para una señorita griega

viernes, 29 de mayo de 2009

Gracias, Max Brod

El 20 de octubre de 1913 Kafka anota en su diario la siguiente observación: "[...] en casa, me puse a leer La metamorfosis; me parece mala". Resulta ciertamente inquietante esta ceguera del artista ante su obra, la incapacidad para convertirse en lector o en espectador de sí mismo. Por supuesto, esa ceguera no es sólo la del artista sublime que pide a su amigo que queme su obra, sino también la de quien, como el pintor de La obra maestra desconocida de Balzac, cree haber transmutado el barro en oro y no tiene sino polvo entre las manos.
Leo al respecto en la poética de Jordi Doce editada recientemente por la fundación Juan March (cuya lectura aprovecho para recomendar vivamente) una reflexión sumamente interesante:
"De la obra de otro, por muy amplia y compleja que sea, por mucho que la estudiemos, tenemos una idea superficial: quiero decir, sólo conocemos el resultado último, lo que su autor nos ha querido mostrar, el texto definitivo [...]
En el caso de la obra propia, por el contrario, conocemos la tramoya, sabemos perfectamente qué hay detrás del poema publicado, qué ha quedado fuera, cuáles eran nuestras intenciones al escribirlo... y también hasta qué punto el resultado está lejos de ellas; lejos - me apresuro a aclarar-, no sólo en un sentido de falta o insuficiencia, sino también porque el proceso mismo de la escritura ha intervenido para hacer del poema otra cosa, eso que sólo puede ser o existir porque lo escribimos".

viernes, 15 de mayo de 2009

Versión de Goethe (un poema del Diván)

¿QUE el Corán desde el principio
de los tiempos ha existido?
Ni siquiera pienso en ello.
¿Si el Corán ha sido creado?
¡Y yo que sé!
Que es el Libro de los Libros
creo pues es un deber
para todo musulmán.
Pero que desde el principio
de los tiempos haya vino...
de eso no me cabe duda.
O que haya sido creado
por los ángeles yo pienso
que no es sólo poesía.
El borracho, desde siempre,
más directamente el rostro
ha contemplado de Dios.

(Versión de J.L.G.T)

martes, 12 de mayo de 2009

"Hablamos de entender una oración en el sentido en que ésta puede ser sustituida por otra que diga lo mismo; pero también en el sentido en que no pueda ser sustituida por ninguna otra. (Como tampoco un tema musical se puede sustituir por otro.)
En el primer caso es el pensamiento de la proposición lo que es común a diversas proposiciones; en el segundo, se trata de algo que sólo esas palabras, en esa posición, pueden expresar. (Entender un poema.)"
Ludwig Wittgenstein, Investigaciones filosóficas

viernes, 1 de mayo de 2009

Parado en una piedra




Parado en una piedra,

desocupado,

astroso, espeluznante,

a la orilla del Sena, va y viene.

Del río brota entonces la conciencia,

con peciolo y rasguños de árbol ávido:

del río sube y baja la ciudad, hecha de lobos abrazados.


El parado la ve yendo y viniendo,

monumental, llevando sus ayunos en la cabeza cóncava,

en el pecho sus piojos purísimos

y abajo

su pequeño sonido, el de su pelvis,

callado entre dos grandes decisiones,

y abajo,

más abajo,

un papelito, un clavo, una cerilla...


¡Este es, trabajadores, aquel

que en la labor sudaba para afuera,

que suda hoy para adentro su secreción de sangre rehusada!

Fundidor del cañón, que sabe cuántas zarpas son acero,

tejedor que conoce los hilos positivos de sus venas,

albañil de pirámides,

constructor de descensos por columnas

serenas, por fracasos triunfales,

parado individual entre treinta millones de parados,

andante en multitud,

¡qué salto el retratado en su talón

y qué humo el de su boca ayuna, y cómo

su talle incide, canto a canto, en su herramienta atroz, parada,

y qué idea de dolorosa válvula en su pómulo!


También parado el hierro frente al horno,

paradas las semillas con sus sumisas síntesis al aire,

parados los petróleos conexos,

parada en sus auténticos apóstrofes la luz,

parados de crecer los laureles,

paradas en un pie las aguas móviles

y hasta la tierra misma, parada de estupor ante este paro,

¡qué salto el retratado en su tendones!

¡qué transmisión entablan sus cien pasos!

¡cómo chilla el motor en su tobillo!

¡cómo gruñe el reloj, paseándose impaciente a sus espaldas!

¡cómo oye deglutir a los patrones

el trago que le falta, camaradas,

y el pan que se equivoca de saliva,

y, oyéndolo, sintiéndolo, en plural, humanamente,

¡cómo clava el relámpago su fuerza sin cabeza en su cabeza!

y lo que hacen, abajo, entonces, ¡ay!

¡más abajo, camaradas,

el papelucho, el clavo, la cerilla,el pequeño sonido, el piojo padre!


César Vallejo, Poemas póstumos

martes, 28 de abril de 2009

Fósforos astillados

PER CÁPITA

El primer rey era deforme;
nació con una protuberancia sobre el cráneo que llamaron corona,
pero esa deformidad le confirió mucho poder.
Ésa fue la única corona de hueso, la única auténtica corona:
una sola corona de verdad en toda la historia de los hombres.
A partir de entonces, el resto de reyes simulaban la deformidad
con coronas de arcilla acero oro.

Juan Andrés García Román

Mañana miércoles 29 de abril Juan Andrés García Román presenta en la librería Rafael Alberti de Madrid su libro El fósforo astillado, al que pertenece este texto.

domingo, 19 de abril de 2009

Pedro Salinas


Tras cierto retraso, acaba de aparecer, no sin la presencia casi inevitable de alguna errata, mi libro Pedro Salinas, editado por Eneida. Se trata de una antología precedida de una breve semblanza de la vida y obra del poeta del 27.


El poema "¿Qué pájaros?" pertenece al libro póstumo Confianza y es uno de los poemas incluidos en la antología.


¿QUÉ PÁJAROS?

¿El pájaro? ¿Los pájaros?
¿Hay un solo pájaro en el mundo
que vuela con mil alas, y que canta
con incontables trinos, siempre solo?
¿Son tierra y cielo espejos? ¿Es el aire
espejeo del aire, y el gran pájaro
único multiplica
su soledad en apariencias miles?
(¿Y por eso
le llamamos los pájaros?).

¿O quizás no hay un pájaro?
¿Y son ellos,
fatal plural inmenso, como el mar,
bandada innúmera, oleaje de alas,
donde la vista busca y quiere el alma
distinguir la verdad de un solo pájaro,
de su esencia sin fin, del uno hermoso?

martes, 7 de abril de 2009

Abril

Ha florecido el romero. El campo huele a cantueso y a jara. Abril no hace nacer las lilas de la tierra muerta, sino de una tierra viva, renacida. Eso sí: no esperemos que su resurrección venga a desmentir nuestra mortalidad, aunque acaso nos sirva para relativizar ésta. La diosa da la bienvenida a su hija, que no sabe sus nombres: Koré, Proserpina, Perséfone. Madre e hija no son quizá sino el espejo la una de la otra. Ambas son a la vez el invierno y el verano, el rostro de la muerte y el de esta primavera.

viernes, 3 de abril de 2009

Extraña fruta

sábado, 28 de marzo de 2009

Revista Kafka

La Revista de Humanidades Kafka puede consultarse ya en su edición digital. El nuevo número incluye textos de Jordi Doce, Daniel Casado, Efi Cubero, Juan Ramón Santos... así como una reseña de Eduardo Moga, a quien debo agradecer su atención y su inteligencia crítica, sobre mi último libro, Fragmentos de un cantar de gesta.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Día de huelga

Esperanza Aguirre dice, como supremo argumento contra la huelga de profesores de la enseñanza pública, que ésta es una huelga política. No deja de resultar significativo que una palabra como "política" que nombra una de las realidades más específicamente humanas, una de las posibilidades más altas de nuestra capacidad racional, se convierta tan fácilmente en nuestra época en una descalificación, cuando no en un insulto. El hecho dice mucho tanto de la baja calidad de nuestra democracia como de la catadura moral del personaje. No obstante, la expresión tiene algo de involuntaria ironía, cuando no de justicia poética. Si alguien como Aguirre, que ha hecho de la política su profesión, utiliza con tanta facilidad esta palabra como arma arrojadiza contra el adversario, ¿no está en el fondo descalificándose a sí misma?

miércoles, 18 de marzo de 2009

Los nombres entre los tupí-kawaíb de Brasil

" Staden -otro viajero del siglo XVI- dice que las mujeres "toman ordinariamente nombres de pájaros, de peces y frutos", y agrega que cada vez que el marido mata a un prisionero, él y su mujer adoptan un nuevo nombre. Mis compañeros practicaban ese uso; así, Karamua se llama igualmente Janaku, porque según me explica, "ya ha matado a un hombre".
Los indigenas también adquieren nombres cuando pasan de la infancia a la adolescencia y después a la edad adulta. Así, cada uno posee dos, tres o cuatro, que me comunica de buen grado [...]".

Claude Lévi-Strauss, Tristes trópicos (traducción de Noelia Bastard)

domingo, 15 de marzo de 2009

In memoriam

hoguera de silencios
crepitar de lamentos
por el camino de la carne
sangre en vilo
se llega al mundo

así alumbra su blanco la tiniebla
así nace la interminable coda
así la mosca desova en el hilo de luz

la tierra gira
el ojo de dios no se detiene

qué haríamos pregunto
sin esta enorme oscuridad



Blanca Varela, Concierto animal.

viernes, 13 de marzo de 2009

Poemas en el cuaderno de un matemático

Enhorabuena a Cuadernos del Matemático, que celebra su aniversario este sábado 14 de marzo, por estos veinte años de buena poesía:

Blog de aniversario de Cuadernos

El nombre de la revista dirigida por Ezequías Blanco hace alusión al Instituto de Educación Secundaria Matemático Puig Adam de Getafe, que es el responsable de la edición. No obstante, la imaginación siempre va por delante y nos gusta pensar en quién será ese matemático que llena las páginas de su cuaderno con versos y cuentos en vez de con ecuaciones y derivadas. Resulta reconfortante que, mientras que no faltan quienes quisieran convertir los institutos en guarderías para adolescentes, una actividad cultural tan interesante parta de un centro de enseñanza (pienso también en publicaciones semejantes, como La sombra del membrillo, que comparte con Cuadernos esa doble vocación de revista vinculada a un instituto y de revista cultural que trasciende, sin negarlo, el ámbito escolar).

Valga como homenaje a la revista esta reflexión de Northrop Frye, en la que establece una analogía entre las matemáticas y la literatura:

"También la literatura procede por posibilidades hipotéticas y, aunque la literatura, al igual que las matemáticas, es constantemente útil -palabra que significa tener una relación continua con el terreno común de la experiencia- la literatura pura, lo mismo que las matemáticas puras, contiene su propio significado.
Tanto la literatura como las matemáticas proceden a partir de postulados, no de hechos; ambas pueden aplicarse a la realidad externa y, con todo, existen también en forma "pura" o autónoma. Ambas, además, meten su cuña en la antítesis entre ser y no ser que tanta importancia tiene para el pensamiento discursivo. El símbolo es y no es la realidad que pone de manifiesto".
Northrop Frye, Anatomía de la crítica

domingo, 1 de marzo de 2009

Existo donde me desconozco



Leo El silencio de Dios y otras metáforas, el diálogo que establecen Alfonso Armada (desde Nueva York) y Gonzalo Sánchez-Terán (éste desde distintos países de África: Guinea Conakry, Liberia, Costa de Marfil). Sánchez-Terán, en una de sus cartas escribe "Cuando la noche dura tanto, la única dignidad posible es permanecer insomne". Armada, por su parte, recuerda a Kapuscinski, quien con la lucidez que le era habitual denunciaba así a los medios de comunicación que tan bien conocía: "Los medios han difundido la consigna: la lucha no da resultados".

El libro me trae constantemente a la memoria el viaje que hicimos este verano a Mozambique junto a un grupo de voluntarios de Karibu y, aunque en sus páginas como en buena parte de mis recuerdos, África se convierte en una dolorosa pregunta, quiero quedarme con esta invitación al insomnio de Sánchez-Terán. La abigarrada pobreza en los suburbios de Maputo, las aldeas sin electricidad a pocos kilómetros de la modernísima presa de Songo en el río Zambeze, el boscaje arrasado junto a las carreteras, el olor a miseria de los precarios hospitales, las larguísimas caminatas y las colas no menos largas para conseguir agua, las terribles desigualdades sociales, las huellas de un colonialismo que no pertenece tan sólo al pasado... sin duda, todo eso es África. Pero también es África el esfuerzo de no pocas de sus gentes para desobedecer las consignas de la resignación, la sonrisa orgullosa en el rostro de Zacarías, el zapatero tocado por la polio, que, arrastrándose con sus manos, nos enseñó la casa que poco a poco estaba construyendo, los sueños de los adolescentes que visitamos en Changara.

"Existo onde me desconhenço", escribe el autor mozambiqueño Mia Couto en un poema. Quizá sea necesario ese extrañamiento para empezar a existir de otra manera, para hablar un lenguaje en el que África no sea, en nuestro imaginario, el reverso oscuro de una civilización que sólo reconoce el rostro de la crisis cuando la ve llamando a su puerta. Con la lucidez de la poesía, Mia Couto sabe que, a veces, hay que convertirse en un desconocido para volver a casa.

domingo, 15 de febrero de 2009

Casi una poética

Sostener un instante
el canto inmerecido de los pájaros.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Dos citas de Bruno y un poema de Valente

"TANSILLO.- Concluyes bien, pues la poesía no nace de las reglas, salvo en algún caso accidental, sino que las reglas derivan de la poesía y, por ello, tantos son los géneros y especies cuantos son los géneros y especies de verdaderos poetas".

"TANSILLO.- Así Acteón, con esos pensamientos, esos canes que buscaban fuera de sí el bien, la sabiduría, la belleza, la montaraz fiera, por este medio llegó a su presencia; fuera de sí por tanta belleza arrebatado, convirtióse en presa, vióse convertido en aquello que buscaba y advirtió cómo él mismo se trocaba en la anhelada presa de sus canes, de sus pensamientos, pues habiendo en él mismo contraído la divinidad, no era necesario buscarla fuera de sí".

Giordano Bruno, Los Heroicos Furores (traducción de M.R. González Prada)

Y tú ardías incendiado,
solo en la infinitud del universo
y sus innumerables mundos,
víctima de jueces
tributarios de sombra
y sombra
y sombra
hasta nosotros.
Sombra.
Pero tú aún ardes luminoso.

(Campo dei Fiori, 1600)


José Ángel Valente, Fragmentos de un libro futuro.

martes, 20 de enero de 2009

Palabras de Edmond Jabès


Hablar de sí mismo es siempre avergonzar a la poesía.
***
Sólo el lector es real.
***
La frase muere nada más terminada. Las palabras la sobreviven.
***
Cuando los hombres se pongan de acuerdo sobre el sentido de cada palabra, la poesía no tendrá ya razón de ser.
***
Una amistad no es quizá sino un intercambio de léxico.
***
Dócil a la voluntad del escritor, la imagen accede en ocasiones a un matrimonio de conveniencia. Durante toda su vida, esperará del lector el divorcio.


(traducción de J.L.G.T)


Les mots tracent

jueves, 8 de enero de 2009

Entrevista en Ámbito Cultural

Acaba de salir publicada en Ámbito Cultural una entrevista que Marta Agudo amablemente me propuso hace tiempo:

Ámbito Cultural