jueves, 29 de abril de 2010

Enhorabuena, maestro



MIS DOS REALIDADES

Era un pequeño dios: nací inmortal.
Un emisario de oro
dejó eternas y vivas las aguas de la mar,
y quise recluir el cuerpo en su frescura;
pobló de un sol de abejas los huertos de naranjos,
y en torno a tantos frutos se volcaba el azahar.
Descendía, vasto y suave, el azul
a las ramas más altas de los pinos,
y el aire, no visible, las movía.
El silencio era luz.
Desde el centro más duro de mis ojos
rasgaba yo los velos de los vientos,
el vuelo sosegado de las noches,
y tras el rosa ardiente de una lágrima
acechaba el nacer de las estrellas.
El mundo era desnudo, y sólo yo miraba.
y todo lo creaba la inocencia.

El mundo aún permanece. Y existimos.
Miradme ahora mortal; sólo culpable.

Francisco Brines, Insistencias en Luzbel


Entrevista a Francisco Brines en El País

miércoles, 28 de abril de 2010

Helado de chocolate

A la vuelta del entierro, tomamos un helado. Ella pide helado de chocolate, el preferido de la amiga muerta. La luz casi violenta de la tarde, el olor de las lilas, la agradable sensación de frío en el paladar. La perpleja certeza de estar vivo.

sábado, 24 de abril de 2010

Extranjero en Delhi (o en Manila)

El poeta Ramón Sunico lee en Manila la traducción al filipino de mi poema "Extranjero en Delhi":



extranjero en Delhi

Tardan los milanos
en reclamar su presa,
esta ciudad
febril y perezosa
como los dioses de sus vertederos,
como esta belleza que persigue
su último reflejo en un río de aceite.

He llegado
a la ciudad del cuervo, a la ciudad
donde danza el milano
y sólo tengo nombre de extranjero.
No me pregunte nadie.
Ni la lluvia que acude inesperada
a perdonarnos la piedad más vieja
ni la niña mendiga
que baila con su sombra.

Yo no he traído dioses.

Que se demore todavía el milano,
que dibuje su danza todavía
el palacio del aire,
la impiedad de la luz.

(Del libro Fragmentos de un cantar de gesta)

viernes, 23 de abril de 2010

"Flores amarillas" en filipino

La poeta Mookie Katigbak Lacuesta lee en Manila una traducción al filipino de mi poema "Flores amarillas" :





La vejez
es escarcha amarilla
y flores amarillas
y este quedarte aquí
porque te marchas lejos.

No sé si te sostengo o me sostienes
cuando cojo tus manos
más transparentes cada vez,
cada vez más del color del mundo.

Hasta ahora no supe que eras de agua.

(De Fragmentos de un cantar de gesta)

martes, 20 de abril de 2010

Verosimilitud

Manila, 19 de abril de 2010

Sentado en el suelo en posición de semiloto en medio de una atestada sala de espera, de aspecto desvencijado, leo a Robert Hass. La situación resulta inverosímil. Los empleados de KLM han repartido botellas de agua y, aunque se agradece el detalle, todo hace presagiar que la espera será larga. Pienso (una asociación siniestra) en Huis clos de Sartre: el infierno no son los otros, pero, si existe, sin duda consiste en una estancia interminable en una sala de espera. Desde el enorme ventanal del rascacielos en el que escribo estas líneas puede verse Manila. Filipinas, por lo poco que he podido apreciar en estos pocos días, parece definirse por esa suerte de mezclas arriesgadas de algunas bebidas mareantes, una mixtura que sorprende al viajero pero que quizá no es sino una muestra amplificada de nuestro mundo actual: rascacielos y chabolas, Oriente y los Estados Unidos, neón y basura, catolicismo adornado con una dosis generosa de barroco a la oriental, el filipino y el inglés, que los habitantes de la ciudad intercambian con inusitada facilidad, los restos del español que afloran en los momentos más inesperados. La misma lengua filipina es una mezcla. Anteayer, un poeta filipino me explicó, ante mi evidente ignorancia, la diferencia entre el tagalo y el filipino: el tagalo, hablado ahora por muy pocos, se convierte en filipino al arrastrar en el caudal del idioma numerosas palabras inglesas y españolas (y supongo, también de algunas de las otras lenguas que se hablan en las islas).
Estoy aquí, en una isla del Pacífico, a miles de kilómetros de casa, por causa de la erupción de un volcán en Islandia. La realidad a menudo es inverosímil. La verosimilitud es para la literatura.



P.D.: La espera en efecto fue larga. Más de siete horas. Y me dan billete para el 2 de mayo (y tendría que haber cogido el avión el 18 de abril). Paciencia...

martes, 13 de abril de 2010

viernes, 9 de abril de 2010

Filosofía y poesía en Hölderlin

La revista de filosofía Éndoxa acaba de colgar, en su edición digital, mi artículo sobre filosofía y poesía en la obra de Hölderlin que había publicado anteriormente en papel, en el número 23 del 2009 . Puede descargarse en PDF en el siguiente enlace:

Filosofía y poesía en Hölderlin (artículo)

lunes, 5 de abril de 2010

Domingo de resurrección

El camino está cubierto de flores silvestres, de esas flores amarillas cuyo nombre nunca he podido saber. Veo las manchas de color de los prunos, la breve explosión solar de las mimosas, el blanco que cubre los almendros (el almendro, plantado desde hace dos años en el patio de casa, ha florecido este marzo por primera vez). Primavera. No conozco otra resurrección. Y al menos hoy me basta.