lunes, 23 de enero de 2012

Modestia


La inmodestia de escribir para alguien. La inmodestia de escribir para nadie.

miércoles, 18 de enero de 2012

Geopolítica del arte

 Leyendo a Mukarovsky (en mi opinión, uno de los autores que, junto con Adorno, mejor ha visto la compleja relación entre la autonomía de la obra artística y su inevitable historicidad), pienso en la paradójica realidad del juicio estético (que tanto desconcertó a los ilustrados, Kant a la cabeza). Por más que las estéticas actuales abominen de normas y modelos, el solo hecho de plantear el valor de una obra propone un efímero canon, una poética que, incluso cuando se limita a ser una simple propuesta, no puede evitar un gesto conminatorio, si no autoritario. Ese pecado original del arte, esa inevitable soberbia, es paradójicamente una propuesta de libertad: la de redefinir el espacio imaginario común, la cartografía de nuestras vivencias e identidades. Desengañémosnos: mientras el arte sea lo que en los últimos siglos hemos llamado arte, en todo acto de rebeldía artística seguirá latiendo la tentación de convertirse en norma, en dictaminar una vez más qué es arte y qué no es arte. Y tal vez está bien que así sea. La frontera entre lo artístico y lo no artístico seguirán siendo, por supuesto, difusas, pero cada artista que se atreve a cruzar esa línea imaginaria mezcla en un gesto imposible la actitud del conquistador con la del vagabundo, como si ese territorio que se coloniza no fuera sino una excusa para el viaje, un lugar del que su descubridor es el primer desterrado.