martes, 19 de noviembre de 2013

Figuras de la historia (Jacques Rancière)


Traducción de Cecilia González. Eterna Cadencia, 2013.





 Ninguna aproximación al pensamiento estético contemporáneo estaría completo sin mencionar a Jacques Rancière, cuyas reflexiones políticas resultan asimismo difícilmente prescindibles. Es más, es en la confluencia de ambas preocupaciones donde tal vez pueda encontrarse su aportación más decisiva, especialmente para quienes no quieren renunciar al potencial crítico del arte y al mismo tiempo desean rehuir posiciones simplistas o falsamente reconciliadoras. El pensador francés se muestra así heredero, aunque un heredero ciertamente díscolo y bastante heterodoxo, de una larga tradición que arranca al menos del Romanticismo y de la reflexión kantiana (prolongada por Schiller) y que encontró una brillante prolongación en el siglo XX en filósofos como Adorno, Benjamin o Marcuse

2 comentarios:

Ángel Cerviño dijo...

Fundamental Rancière para entender el funcionamiento político del arte, y muy particularmente de las artes plásticas, su tarea de trastornar el reparto e lo sensible: ¿Que podemos ver? ¿Qué debemos ver?
Su "El espectador emancipado" debería ser lectura obligada en todas las guarderías.

Ángel Cerviño dijo...

Fundamental Rancière para entender el funcionamiento político del arte, y muy particularmente de las artes plásticas, su obligación de trastornar el reparto de lo sensible: ¿Que podemos ver? ¿Qué debemos ver?
"El espectador emancipado" debería ser lectura obligada en todas las guarderías.