lunes, 25 de octubre de 2010
Políticas del poema
El gesto autoritario del autor ante su obra resulta las más veces inerme ante la pluralidad democrática de la lectura. A través del lector el poema redime su pecado original (que es tal vez el de todo lenguaje). La pretensión del escritor de controlar cada uno de los elementos que conforman la obra (que confirma la prevención de Benjamin ante la estetización de la política) se ve desbordada por la propia escritura. Imagen, como sabía Adorno, a la vez de la libertad y del dominio, la obra de arte es el único régimen que conspira contra sí mismo. Nos dicta sus normas y, acto seguido, nos conmina a desobedecerlas.
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