sábado, 2 de mayo de 2015

La poesía es de hablar


Su hijo mayor (tiene cuatro años) le pregunta si ya ha leído todas las páginas del libro que tenía entre manos. El padre le responde que solo estaba leyendo un poema y que ya ha terminado. El hijo le mira incrédulo: "Si no has dicho nada". El padre - tal vez demasiado didáctico, tal vez en exceso condescendiente- explica que no es necesario leer un poema en voz alta. El niño, sin dejarse convencer, responde en ese idioma tan personal, a la vez propio y ajeno, que va forjando poco a poco: "Pero si los poemas son de hablar".