domingo, 20 de enero de 2013

El diccionario

  El teatro como la poesía es un terreno propicio al todo o nada. Rara vez hay grados intermedios entre el milagro y el fracaso. Todo esto viene a cuento porque recientemente tuve la fortuna de poder asistir a una de esas veladas mágicas que, en ocasiones (pocas pero suficientes para mantener vivo el arte escénico) se dan sobre la tablas. Me refiero a la magistral interpretación del personaje de María Moliner por parte de Vicky Peña en El diccionario de Manuel Calzada (actualmente en gira) en el Teatro de la Abadía de Madrid. Más allá de la fascinación por la propia Moliner (filóloga admirable, mujer a contracorriente, represaliada, como tantos otros, del franquismo...), todo el montaje es una reflexión sobre lo que significa el lenguaje, el hecho de estar habitados por la palabra y el hecho también de sentirse deshabitados. A lo largo de la obra, resulta casi inevitable percibir un paralelismo entre la manipulación del lenguaje a manos del poder y la amenaza que va cercando la mente de la protagonista, afectada en sus últimos años por una demencia que le iba arrebatando poco a poco esas mismas palabras que tanto había amado. 

 Si elaborar un diccionario puede verse como una tentativa de orden, de tender puentes sobre el caos, la imagen de un diccionario en blanco se revela como la inquietante metáfora no solo de la demencia, sino de la imposibilidad de apresar el pasado y sus fantasmas. Lenguaje y memoria se convierten así en dos caras de una misma moneda y el hecho de nombrar, una victoria, siempre precaria, en el diario combate contra el olvido.

3 comentarios:

baudelaire3 dijo...

Querido José Luis: leo en Piedra y cielo tus poemas. Esa especie de prosa ("Ciencias naturales"), me entusiasmó mucho, nunca se cierra el relato, por llamarlo de alguna manera, lo que mantiene en vilo la lectura. No hay indicaciones, hay flujo libre del ojo pero tb. de la mirada que escribe.

Un abrazo, C

J.Luis Gómez Toré dijo...

Muchas gracias por tu comentario. Celebro que te guste el poema.
Un abrazo,
JL

baudelaire3 dijo...

Las gracias a ti por ese poema.