Tan sólo un verano concededme, oh poderosas,
Y un otoño a fin de que madure el canto,
Y cuando mi corazón esté dispuesto,
Del dulce juego saciado, perezca.
El alma, que la ley de los dioses en vida
Rechazó, no hallará descanso allí en el Orco,
Pero si una vez lo sagrado, que habita
En mi corazón, el poema, se cumple,
Sé bienvenido, silencio del mundo de las sombras,
Estoy alegre, aunque el son de mi lira
No descienda conmigo. Una vez
Viví como los dioses y con eso me basta.
An die Parzen
Nur Einen Sommer gönnt, ihr Gewaltigen!
Und einen Herbst zu reifem Gesange mir,
Daß williger mein Herz, vom süßen
Spiele gesättiget, dann mir sterbe.
Die Seele, der im Leben ihr göttlich Recht
Nicht ward, sie ruht auch drunten im Orkus nicht;
Doch ist mir einst das Heilge, das am
Herzen mir liegt, das Gedicht, gelungen,
Willkommen dann, o Stille der Schattenwelt!
Zufrieden bin ich, wenn auch mein Saitenspiel
Mich nicht hinab geleitet; Einmal
Lebt ich, wie Götter, und mehr bedarfs nicht.
1 comentario:
Excelente traducción, buen hombre. Le mando un saludo transoceánico.
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