miércoles, 24 de diciembre de 2008

Los justos

Una leyenda judía, de la que hay una bella evocación en El Danubio de Claudio Magris (una leyenda probablemente basada en el relato bíblico de la destrucción de Sodoma y Gomorra) dice que el mundo no ha sido destruido por la cólera divina, pese al mal, la violencia y la injusticia que reinan en él, gracias a que existen treinta y seis personas justas que no saben que lo son y que se ignoran entre sí.



Los justos


Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.

El que agradece que en la tierra haya música.

El que descubre con placer una etimología.

Dos empleados que en un café del Sur
juegan un silencioso ajedrez.

El ceramista que premedita un color y una forma.

Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez
no le agrada.

Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales
de cierto canto.

El que acaricia a un animal dormido.

El que justifica o intenta justificar un mal que le han hecho.

El que agradece que en la tierra haya Stevenson.

El que prefiere que los otros tengan razón.

Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
Jorge Luis Borges

1 comentario:

ángel dijo...

Ese poema de Borges, particularmente éste, es uno de los que de él más me gustan. Gracias por darme la oportunidad de volverlo a leer en tu blog que hoy descubro.


Saludos...