lunes, 29 de junio de 2009

Fragmentos de un cantar de gesta en Hartz

René Letona, en su siempre interesante revista Hartz (si no me equivoco, una de las pioneras entre las revistas poéticas digitales en español), acaba de publicar una muy generosa reseña sobre mi libro Fragmentos de un cantar de gesta:

Reseña de René Letona

martes, 23 de junio de 2009

Estar poeta



Escribe Jorge Riechmann en su muy recomendable libro de ensayos Resistencia de materiales la siguiente afirmación, que comparto plenamente: "La estupidez de decir: "soy poeta". Lo más que cabría enunciar es algo así como "estoy poeta": estoy ahora en la poesía. Estoy, pero no sé si seguiré estando en el instante siguiente, mañana, dentro de un año. De ahí la angustia de los más grandes ante la posibilidad -siempre presente- de ser abandonados por la poesía".
La observación de Riechmann me hace pensar en Claudio Rodríguez, no tanto por ese reconocimiento de la poesía como un don pasajero (que también) como por la conciencia del riesgo que entraña la aventura poética. Tuve la suerte (el inmenso privilegio) de asistir a un curso de doctorado dirigido por García Berrio sobre la obra de poeta que contó con la presencia de éste. No he olvidado la mirada de verdadera alarma de Claudio Rodríguez mientras hablaba sobre la posibilidad de que alguien no dejara de ser poeta nunca. Lejos de parecerle algo deseable, el autor de Don de la ebriedad consideraba una suerte de condena que alguien pudiera mirar el mundo a cada instante con ojos de poeta. Escribe Hölderlin: "Nur zuzeiten erträgt göttliche Fülle der Mensch", el hombre sólo puede soportar la plenitud divina por un tiempo. Bien lo sabía el poeta alemán, quien en la carta a Bohlendorf, confesaba haber sido herido por Apolo, el dios que inspira cantos y poemas que es, al mismo tiempo, la divinidad terrible que trae la peste al comienzo de la Ilíada. Dios a la vez de la medicina y de la enfermedad, muestra su rostro ambivalente en ese sol que hace brotar la vida de la tierra y que también agosta los campos.
Piglia cuenta una inquietante anécdota sobre Joyce, quien recurrió a Jung para curar la enfermedad de su hija. Joyce animaba a su hija a escribir, convencido de que esto le serviría, como le servía a él, para expulsar sus fantasmas. Jung, sin embargo, le hizo ver que, aunque padre e hija se sumergían en el mismo mar del inconsciente, Joyce era capaz de nadar en él mientras que la hija se hundía en sus profundidaes sin que ni siquiera la escritura le sirviera para tomar aire de la superficie. Jung lo dijo de manera más concisa y más brillante: "Pero allí donde usted nada, ella se ahoga".

lunes, 15 de junio de 2009

La sombra del membrillo

A pesar de tener que hacer frente a los sempiternos obstáculos que afrontan las revistas culturales, sigue su marcha la revista La sombra del membrillo, un interesante proyecto impulsado por Juan Antonio Cardete que vincula la educación y la poesía, ahora en edición sólo digital.

Acaba de aparecer el número 11 de la revista, para el cual han tenido la amabilidad de pedirme algunos poemas y una breve reflexión sobre la escritura:

La sombra del membrillo. Número 11

miércoles, 10 de junio de 2009

hilos de Ariadna

ARIADNA OLVIDA EL MAR

El rostro reclinó. Desde la orilla
todo era paz. Olor. Inmensidades.

Verdades concedidas al espacio,
suavemente oscilando entre las ramas.

Aspiró el aire frío que se abría
como un sol de papel en los pulmones.

Saber del mar su luz, su pasadizo.

Atrás dejar la sal. Volver a casa.



Ana Gorría, Araña

lunes, 8 de junio de 2009

Un acertijo

Un fantasma recorre Europa.

sábado, 6 de junio de 2009

Carta para una señorita griega



"En nada había cambiado, si lo pensaba con detenimiento, continuaba siendo aquel niño, salvo en la decrepitud de la cáscara de carne que llamamos cuerpo. En el niño estaba ya el hombre que era, pensé, y estaría ahí también el día en que todo llegara a su fin".


Francisco León, Carta para una señorita griega