viernes, 25 de noviembre de 2016

Nostalgia de la acción



En el gesto asaltado las cicatrices son nuestros cimientos

te empuja mi deseo
sobre el aire

alzado estás
inmóvil
más ligero

al asalto en el salto
de la gracia

imposibles no somos

te detienes detengo

el bamboleo de mi fuerza en la tuya
el bamboleo de tu fuerza en la mía

suspendida en la gracia

tres sombras solas en el instante
único

es yo

tres sombras solas en el instante

de mi fuerza en la tuya
de mi fuerza

dónde el encuentro está

felicidad del torso al
facilidad del torso al

flexibles
es el viento

como dioses olvidados y solos
si no revolución
revolución
se trenzan los sonidos

en la línea la forma el movimiento
ahora después antes final principio

el equilibrio el vértigo la fuga la violencia
aquí

nosotras otros


Ana Gorría, Nostalgia de la acción (dibujado por Marta Azparren) Saltadera, 2016.


martes, 8 de noviembre de 2016

Lo que es (Erich Fried)


Erich Fried



LO QUE ES

Es absurdo
dice la razón
Es lo que es
dice el amor

Es una desgracia
dice el cálculo
No es sino dolor
dice el miedo
Es inútil
dice la cabeza
Es lo que es
dice el amor

Es ridículo
dice el orgullo
Es insensato
dice la razón
Es imposible
dice la experiencia
Es lo que es
dice el amor
Aquí el texto original
(versión de J. L.G.T.)

viernes, 4 de noviembre de 2016




António Ramos Rosa, Claros (edición de Verónica Aranda). Polibea, 2016

 
Aun a riesgo de caer en un tópico, hay que constatar que la presencia en nuestro panorama editorial de la lírica portuguesa no siempre se corresponde con la riqueza de una tradición, que, por solo citar a algunos autores contemporáneos, incluye a figuras tan relevantes como Fernando Pessoa, Eugenio de Andrade, Sophia de Mello Breyner, Nuno Júdice o Herberto Hélder. Por ello, siempre es de agradecer un libro como este que, en una muy hermosa edición de Polibea, nos acerca a la voz de António Ramos Rosa en las cuidadas versiones de la poeta Verónica Aranda, quien también firma el prólogo.
Una primera aproximación a este conjunto de poemas en prosa puede hacer pensar en un libro eminentemente metapoético. Y es así, en gran medida. Incluso llama la atención la voluntad ensimismada, la necesidad de crear un espacio cerrado como si el mundo exterior fuera una amenaza o una distracción: «No escribo para abrir un espacio, escribo tal vez para encerrarme en un gran huevo de sombra con árboles inmensos y lámparas de piedra». Como nuestro barroco Soto de Rojas, el poeta luso parece querer trazar, a través del espacio textual, un paraíso cerrado para muchos y jardines abiertos para pocos. Sin embargo, a poco que nos adentremos en la trama de estos poemas, nos encontramos con que ese ensimismamiento es afín al del acto erótico y a su cerrada intimidad: repliegue que, sin embargo, se abre a una realidad más allá del yo (y del tú). Así, en no pocos textos eros y poesía parecen confundirse en un mismo afán por existir plenamente y a la vez borrarse en el otro, en lo otro (lo otro del cuerpo, lo otro del lenguaje).