martes, 22 de marzo de 2011

Teatro y muerte




Ya puede accederse al número completo que la revista Ophelia dedica en esta ocasión al teatro y la muerte (para quien no la conozca, Ophelia, ahora en edición digital, ha venido publicando diversos monográficos en los que se investigan los vínculos de las artes escénicas con las artes, las ciencias o realidades como la vejez, el sueño o la infancia). En este número, se incluye un ensayo, que escribí hace ya tiempo, sobre la pervivencia de un tema barroco en diversos textos de Calderón, Shakespeare y Hoffmansthal.
La muerte es una extraña presencia en el teatro, que incluso se convierte en personaje en el teatro medieval y barroco. Una presencia (¿presencia?) que nos sitúa ante la paradoja de representar lo que de por sí parece irrepresentable.

En breve, podrá leerse una nueva Ophelia, dedicada esta vez a los vínculos del teatro y la poesía, un número que promete ser muy interesante.

jueves, 17 de marzo de 2011

Poesía por el agua

"Agua, qué palabra,
te comprendemos, vida"
(Paul Celan)

viernes, 11 de marzo de 2011

Biodiversidad lingüística

"No cabe la menor duda de que la diversidad lingüística y sus reservas asociadas de conocimiento científico popular han sido tan amenazadas en el siglo XX como la misma diversidad biológica".

Gary P. Nabhan y Sara St. Antoine (citado por Steven F. White en su edición de Pablo Antonio Cuadra, Siete árboles contra el atardecer. Veintisieteletras)

lunes, 7 de marzo de 2011

Lectura de poemas en La Huelga (miércoles 9 de marzo)


El próximo miércoles 9 de marzo, dentro del ciclo El ojo en la cerradura, a las 21'00 horas en La Huelga (c/Zurita, 39. Madrid) leeré mis poemas. El hilo de Ariadna que servirá como cauce para la lectura será el juego entre "Mirada y sueño".


"El soñar es sencillo, pero no el contemplar" (Claudio Rodríguez)

viernes, 4 de marzo de 2011

Nieve de marzo

Nieve sobre las ramas del almendro.
¿Qué es flor?
¿Qué es copo?

sábado, 26 de febrero de 2011

El poema (Casimiro de Brito)

Poemas, sí, pero de fuego
devorador. Redondos como puños
delante del peligro. Barcos
decididos en la tempestad. Crueles. Pero
de una crueldad pura: la del nacer,
la del sueño, la de la muerte.

Poemas, sí, pero rebeldes,
enteros como de agua, y como ella
abiertos a la geometría de los cuerpos.
Enteros a pesar
del barro y la ternura
de su perfil de astros.

Poemas, sí, pero de sangre.
Que esos poemas broten
de lo oculto. Que liberen su pus
en la plaza pública. Altos, vibrantes,
como un seísmo, un exorcismo,
o la muerte de un hijo.

Casimiro de Brito (versión de J.L.G.T.)


O poema

Poemas, sim, mas de fogo
devorador. Redondos como punhos
diante do perigo. Barcos decididos
na tempestade. Cruéis. Mas de uma
crueldade pura: a do nascimento.
a do sono, a da morte.

Poemas, sim, mas rebeldes.
Inteiros como se de água, e,
como ela, abertos à geometria
de todos os corpos. Inteiros
apesar do barro e da ternura
do seu perfil de astros.

Poemas sim, mas de sangue.
Que esses poemas brotem
do oculto. Que libertem o seu pus
na praça pública. Altos, vibrantes
como um sismo, um exorcismo
ou a morte de un filho.

jueves, 17 de febrero de 2011

Ese canto que no se percibe (Jaccottet)


"Así pues, la poesía es ese canto que no se percibe, ese espacio en que no se puede establecer la morada, esa llave que siempre hay que volver a perder. Si deja de ser imperceptible, si deja de ser incierta, si deja de estar en otra parte (¿hay que decir: si deja de no ser?), se hunde, ya no existe. Este pensamiento me ampara en las dificultades".



Philippe Jaccottet, El paseo bajo los árboles
(traducción de Rafael-José Díaz). Cuatro ediciones, 2011.

sábado, 29 de enero de 2011

Memoria y elipsis

Brillante observación la de un alumno de tercero de la ESO, que parecía distraido, a la explicación del profesor sobre la estructura del relato: "Entonces, en nuestra vida no hay elipsis". Sin embargo, ¿qué es nuestra vida? ¿Lo que nos acontece o lo que se sedimenta en recuerdo, o es a la vez ambas cosas? Si la memoria, esa abreviatura de la vida (como la llamaba, si no recuerdo mal, Dilthey), es lo que somos, entonces nuestra vida también está hecha de elipsis, de saltos mortales en el tiempo, de pequeñas grietas, en un principio casi imperceptibles, pero que con los años van agrietando los muros en apariencia sólidos de lo vivido. Solemos confundir experiencia con hecho y, sin embargo, muy probablemente sólo se constituyen como experiencias aquellos hechos que logran transmutarse en memoria (consciente o inconsciente) y encuentran así su lugar en un relato personal. La paradoja es que la experiencia apunta siempre a algo que se escapa al recuerdo, a un resto inaprensible, a aquello precisamente que no puede ser relatado a otro porque no lo ha vivido en carne propia y, sin embargo, nos empeñamos en contar.

jueves, 13 de enero de 2011

Metafísica del catarro


Carece del prestigio literario de otras enfermedades. Ni siquiera cuenta con el aprecio de la ciencia, que no parece considerarlo un enemigo a su altura. Médicos y pacientes lo tratan con una mezcla de impaciencia y desprecio, como un huésped inoportuno al que, sin embargo, se tolera porque se sabe que su estancia será corta. Y, sin embargo, cada invierno nos visita y nos vuelve un poco más humildes, un poco más conscientes de la frágil sustancia de la que estamos hechos. Tímido metafísico, el catarro no nos prepara para la muerte, o al menos no para la Muerte con mayúscula (todo en el catarro está, como la mayor parte de nuestra vida, condenado a escribirse en minúscula); pero, entre cínico y estoico, nos enseña a acostumbrarnos al desgaste cotidiano de los días, a la melancolía incierta de vagas pero decisivas derrotas.
La existencia del catarro es un argumento demoledor contra la teoría del diseño inteligente, porque ¿qué Mente divina podría haber creado una molestia tan insidiosa como banal, una enfermedad tan chapucera, tan lejos de la grandiosa puesta en escena de una plaga bíblica? Con todo, no resulta difícil imaginar que el catarro es el fruto de la broma de mal gusto de algún dios con minúscula, de uno de esos dioses burlones y un tanto chabacanos que aparecen en no pocas mitologías.
El catarro se lleva mal con la tragedia y con la épica. Es más aficionado a la comedia, pero a una comedia teñida de cierta melancolía. Por unos días nos hace convivir con nuestro cuerpo como con un extraño. Nos descubre en la carne que somos misterios que resultan casi triviales, pero que nunca condescenderán a enseñarnos esos dos maestros que llamamos sexo y muerte.
Los héroes nunca se resfrían, y por eso resultan a menudo crueles e insolentes. Si Helena hubiese recibido a Paris con el pañuelo en la mano o Aquiles se hubiese acatarrado cuando su augusta madre lo sumergió en la laguna Estigia, quizá la historia de Troya hubiera discurrido por caminos muy distintos. Por si acaso, un consejo: mejor un buen resfriado a tiempo que caer en la tentación de creerse inmortal.

miércoles, 5 de enero de 2011

La despedida (Bertolt Brecht)














Nos abrazamos.
Yo palpo una tela lujosa.
Tú, una pobre.
Es rápido el abrazo.
Te han invitado a una comida.
A mí los esbirros me persiguen.
Hablamos del tiempo y de lo amigos
que seremos siempre. El resto sería
demasiado amargo.


Bertolt Brecht (Liebesgedichte). (Versión de J.L.G.T.)


(aquí el original en alemán)

viernes, 31 de diciembre de 2010

Año nuevo

"Todo Año Nuevo es volver a tomar el tiempo en su comienzo, es decir, una repetición de la cosmogonía [...] El ceremonial del Año Nuevo babilónico, el akitu, es bastante concluyente a este respecto [...] En el curso de la ceremonia akitu, que duraba doce días, se recitaba solemnemente, y varias veces, el poema llamado de la creación: Enuma elish, en el templo de Marduk. Así se reactualizaba el combate entre Marduk y el monstruo marino Tiamat, combate que se desarrolló in illo tempore y que puso fin al caos por la victoria final del dios [...]
También dentro del marco del ceremonial del akitu celebrábase la llamada "fiesta de las Suertes", zahmik, en la que se determinaban los presagios para cada uno de los doce meses del año, lo que equivalía a crear los doce meses por venir [...]
La creación del mundo se reproduce, pues, cada año. Esa eterna repetición del acto cosmogónico, que transforma cada Año Nuevo en inauguración de una era, que permite el retorno de los muertos a la vida y mantiene la esperanza de los creyentes en la resurrección de la carne [...] las creencias, casi universalmente difundidas, según las cuales los muertos vuelven junto a las familias (y a menudo vuevlen como "muertos-vivos") en los alrededores del Año Nuevo denotan la esperanza de que en ese momento mítico en que el mundo es aniquilado y creado es posible la abolición del tiempo. En tonces los muertos podrán volver, pues todas las barreras entre muertos y vivos están rotas (¿acaso no es reactualizado el caos primordial?) y volverán, puesto que en ese instante paradójico el tiempo estará suspendido y por consiguiente podrán ser de nuevo contemporáneos de los vivos. Por otro lado, como entonces está en preparación una nueva creación, les es dado esperar un retorno a la vida, duradero y concreto [...]
En el Japón, así como entre los germanos (y otros pueblos indoeuropeos), la última noche del año está señalada por la aparición de los animales funerarios (caballo, etc.) de las diosas y de los dioses ctónico-funerarios: es entonces cuando se verifican los desfiles de enmascarados de las sociedades secretas de hombres, cuando los muertos visitan a los vivos y cuando se celebran las iniciaciones [...]".
Mircea Eliade, El mito del eterno retorno

martes, 21 de diciembre de 2010

La sombra del membrillo

Ya puede leerse el número 14 de La sombra del membrillo, dedicado a la enfermedad, en el que participo con un poema (que apareció en una primera versión en la estupenda revista 7 de 7, de Marcos Cantelli). El número incluye poemas de Alfonso Aguado, Carmen Camacho, Jorge Riechmann, Eduardo Moga, José Antonio Llera, Belén Reyes...

jueves, 16 de diciembre de 2010

De la musique avant toute chose

La música está antes y después del lenguaje. De ahí que la palabra musical del poema mire como Jano en dos direcciones opuestas: hacia el ritmo como matriz preverbal del sentido, hacia un ritmo que acoge el sentido para llevarlo más allá de sí. Una tensión fecunda, pero de la que no siempre se sale ileso.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Lectura en Traficantes de Sueños


CPPC - CENTRO PERMANENTE DE POESÍA CRÍTICA
Poesía que no cede a la hipnosis

Librería Asociativa Traficantes de Sueños
c/ Embajadores, 35
Madrid

(XVI): Sábado 11 DICIEMBRE – 19 h.
Lectura de poemas de Ángel Petisme, José Luis Gómez Toré y Carmen Ruiz Fleta.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El gato de Schrödinger

El gato de Schrödinger, harto de no saber si estaba vivo o muerto, decidió morirse de una vez sin pedirle permiso a ningún observador externo con la esperanza de no toparse, en sus seis vidas restantes, con ningún otro genio de la física.