jueves, 12 de octubre de 2017

Sal y pan (Ingeborg Bachmann)


 Después de cierto tiempo de inactividad en esta bitácora, traigo aquí mi versión de un poema de Ingeborg Bachmann, que se recogió en el pequeño libro editado con ocasión de la I Bienal "Ángel Crespo" de Poesía y Traducción, celebrada en Calaceite en verano de este mismo año y que organizó con tanto entusiasmo nuestra querida (y añorada) Pilar Gómez Bedate. Valga también este texto como pequeño homenaje a Pilar, a quien recordamos hace poco en el Ateneo de Madrid. 

SAL Y PAN

Ahora empuja el viento los raíles,
iremos tras ellos en lentos trenes
y habitaremos estas islas,
confianza por confianza.

En la mano de mi más viejo amigo
reservo mi puesto. El hombre de la lluvia
ahora administra mi casa oscura y completa
en el libro de cuentas las líneas que tracé,
desde que no permanezco allí tan a menudo.

Tú, con los ornamentos blancos de la fiebre,
reúnes a los desterrados y arrancas
de la carne de los cactus una espina:
el signo de la impotencia,
ante el cual, sin quererlo, nos postramos.

Sabemos
que seguimos siendo prisioneros de los continentes
y que de nuevo sucumbimos a sus enfermedades
y que las mareas del tiempo
no serán más escasas.

Dormid, sin embargo, en la roca
de la calavera mal iluminada;
la garra permanece en la garra,
en la piedra oscura, y los estigmas
han cicatrizado en el violeta del volcán.

De las grandes tormentas de la luz
nadie alcanza las vidas.
Así recojo sal
cuando el mar nos inunda
y retorno
y la deposito en el umbral
y entro en casa.

Compartimos un pan con la lluvia,
un pan, una deuda y una casa.


INGEBORG BACHMANN, Die gestundete Zeit
 (Versión de J.L.G.T.)
Aquí, el original

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