sábado, 24 de noviembre de 2012

Un poema de Cristián Gómez Olivares





CIRCUNSTANCIAL

Tal vez les tuve demasiado miedo a las arañas de rincón.
A esas oscuridades donde estaban esperándonos.
El anhelo de que el peón se coronara
alcanzando la última fila del adversario

me nubló la vista a la hora de observarlas con una lupa
pero ahora simplemente no puedo verlas.
Una vez que se ha alcanzado cierta distancia
ni los barcos pueden retornar a puerto

Ni los aviones como el de Juan Fernández
cargan suficiente combustible.
Comprarse una casa en otro país,
casarse con dos hijas

no son un lastre sino un destino:

-          ¿Por qué fue entonces que te fuiste?
-          Tenía una oferta de trabajo.

Cristián Gómez Olivares, La nieve es nuestra. Ediciones Liliputienses, 2012.

1 comentario:

baudelaire3 dijo...

Pues se agradece, vaya si se agradece.

Un abrazo y ya nos vemos,

C