martes, 22 de noviembre de 2011

Decisiones valientes (decía Humpty Dumpty)


 A menudo se escucha en boca de numerosos políticos y analistas financieros que en la actual crisis son necesarias decisiones valientes. Ingenuamente, uno podría pensar que semejante invocación a la valentía esconde el admirable, aunque temerario, propósito de enfrentarse a los grandes poderes económicos, a los especuladores, a los que apuestan con la vida y el trabajo de otros en el Gran Casino del Mundo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: al contrario, suelen ser los que solo tienen su salario o ni siquiera eso, cuando no los grupos más vulnerables de la sociedad, aquellos que deben cargar con los sacrificios que tan valientemente se les imponen (unos sacrificios que, a pesar de la proclama posmoderna del fin de los grandes relatos, se inscriben plenamente en el relato redentor de la travesía en el desierto al final de la cual nos espera la Tierra Prometida). 
 Esta paradójica forma de entender el coraje me hace pensar que aquellos que pregonan la necesidad de constantes sacrificios en los altares del Mercado, mientras siguen llenándose por lo general los bolsillos, si ostentan alguna moral, es la de matón de patio de colegio. Matones que evitan prudentemente las miradas de quienes pueden discutir su liderazgo y reservan sus demostraciones de fuerza para los más débiles.

No hay comentarios: