martes, 17 de agosto de 2010

En la encrucijada del simbolismo

"La obra de T. S. Eliot y W. H. Auden señala un momento de transición en el desarrollo de la poesía moderna en lengua inglesa y, por extensión, de la cultura occidental. Un momento que cabría definir como el epílogo, por agotamiento, del legado simbolista y el preludio de otra edad, en la que aún estamos -al menos en poesía-, caracterizada por el desconcierto y la incertidumbre sobre el rumbo a seguir. Modernos o posmodernos, sabemos que la expresión poética de la Modernidad fue el simbolismo, que ser poeta moderno era y es rendir culto a los logros de esta herencia en todas sus variantes y desarrollos vanguardistas; sabemos también, aunque no siempre nos guste admitirlo, que esta herencia está agotada y es irrepetible, que su iteración nos condena al bizantinismo y la decadencia, pero aún no hemos terminado de encontrar -en eso andamos, precisamente- un sustituto digno o plausible, capaz de acoger la música del pasado y ensancharla".
Jordi Doce, La ciudad consciente. Ensayos sobre T. S. Eliot y W.H. Auden.
Vaso Roto Ediciones, 2010, pág. 11.